Mulholland Drive es una de las películas más enigmáticas, provocadoras y conmovedoras de todos los tiempos. Dirigida por David Lynch, la película sigue a una joven aspirante a actriz llamada Rita (Laura Elena Harring) que sufre amnesia tras un intento de asesinato. En busca de respuestas, Rita se cruza con Betty (Naomi Watts), una inocente ingenua que acaba de llegar a Los Ángeles para perseguir su sueño de convertirse en estrella de cine. Juntas, las dos mujeres emprenden un viaje a través del laberinto oscuro y extraño de Hollywood, donde nada es lo que parece y el misterio se enreda cada vez más.
Mulholland Drive es una película llena de simbolismos y subtexto, por lo que no es sorprendente que haya sido objeto de tanto análisis e interpretación. Si bien la película puede ser disfrutada simplemente como una obra maestra del cine surrealista, también hay mucho más para descubrir si se presta atención a los detalles. A continuación se ofrece un análisis detallado del final de Mulholland Drive para ayudar a desentrañar algunos de sus misterios.
La escena del club Silencio es clave para entender el verdadero significado de la película y el papel que juegan Rita y Betty en ella. La cantante Llorona canta “Crying” antes de derrumbarse sobre sí misma, sin emitir sonido alguno, revelando que todo es “una ilusión”. Este momento es significativo porque Betty finalmente ha comprendido lo vacía y falsa que es la industria del cine. Hasta este momento, había estado viviendo en un mundo de ilusiones, creyendo que podría convertirse en una estrella famosa si solo actuaba lo suficientemente duro. Pero ahora ve la verdad: el cine es un engaño, un truco destinado a manipular las emociones del público.
Otro momento importante del final tiene lugar cuando Betty y Rita visitan a Adam Kesher (Justin Theroux), el director al que Betty había audicionado al principio de la película. Adam les revela que él mismo fue engatusado para contratar a Camilla Rhodes (Melissa Georges) como protagonista femenina en su próxima película, incluso aunque era claramente inferior a Betty como actriz. Estas revelaciones son importantes porque nos dan un insight sobre la manera en que funciona realmente Hollywood: detrás de todas las grandes producciones hay personajes oscuros manipulando las cosas para lograr sus propios fines egoístas.
Después de un intento fallido de asesinato, Rita adopta el nombre falso de “Betty Elms” y comienza un nuevo viaje hacia Hollywood con inocencia recuperada. Aunque este plan original fracasa, es indicativo del hecho de que fue cuidadosamente diseñado y orquestado por Diane/Rita para olvidar sus pecados y empezar de nuevo. La última fase del disfraz lo completa con una actuación en el club nocturno Silencio, donde todo es “una ilusión”. Aquí, Diane/Rita se revela a sí misma como “la chica triste que baila y baila y nunca habla” antes de trasladarse a la cima de alturas increíbles para quebrarse y poner fin a su exilio autoimpuesto en Hollywood.
