“Las dos caras de la verdad” es una película de suspenso legal de 1996 dirigida por Gregory Hoblit. La trama sigue al abogado defensor de renombre Martin Vail (interpretado por Richard Gere) mientras defiende al joven acusado de asesinato, Aaron Stampler (interpretado por Edward Norton). ¡En este artículo te explicamos el final!
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Sinopsis de Las dos caras de la verdad
A medida que avanza la investigación, Vail descubre que Stampler sufre de trastorno de identidad disociativo, lo que significa que tiene múltiples personalidades, y que una de ellas podría haber cometido el asesinato del arzobispo de Chicago. Durante el juicio, Vail se enfrenta a la fiscal del distrito, Janet Venable (interpretada por Laura Linney), y ambos utilizan estrategias legales para convencer al jurado.
Sin embargo, a medida que el juicio avanza, Vail comienza a dudar de la culpabilidad de su cliente y descubre que el verdadero asesino es la personalidad secundaria de Stampler, llamada “Roy”. Vail lucha por demostrar la inocencia de Stampler mientras se enfrenta a su propia ética profesional y a la verdad detrás de los crímenes.
La película presenta giros y vueltas en la trama, así como un final sorprendente que revela el verdadero plan de Vail. “Las dos caras de la verdad” fue bien recibida por la crítica y es conocida por las destacadas interpretaciones de Gere y Norton, así como por su guión inteligente y cautivador.
Las dos caras de la verdad: final explicado
En el final de “Las dos caras de la verdad”, el abogado defensor Martin Vail (interpretado por Richard Gere) descubre que su cliente, Aaron Stampler (interpretado por Edward Norton), no es el asesino de quien se le acusaba. En realidad, el verdadero asesino era la personalidad secundaria de Stampler, llamada Roy.
Vail y su equipo logran demostrar la inocencia de Stampler en el juicio, aunque su verdadera personalidad termina por tomar el control de su mente y asesina a una persona más antes de ser detenido. Vail, sintiéndose responsable por no haber descubierto la verdad antes, visita a Stampler en la cárcel y le dice que hará todo lo posible para que reciba la atención médica necesaria.
El final de la película presenta un giro sorprendente, cuando se revela que Vail sabía todo el tiempo que Roy era la verdadera personalidad de Stampler y que lo había utilizado para demostrar la inocencia de su cliente. Vail deja la celda de Stampler, mientras éste queda completamente desconsolado y sin esperanza en su destino. La película concluye con Vail caminando hacia la salida de la prisión, con una sonrisa satisfecha en su rostro.
